Los efectos anticancerígenos del licopeno implican la modulación de vías que retrasan el crecimiento de tumores e inhiben la progresión del tumor. Este artículo tiene como objetivo evaluar los beneficios de la suplementación con licopeno en la prevención y el tratamiento del cáncer basándose en los resultados de estudios científicos.
La potente acción antioxidante y antiinflamatoria de la apigenina son una razón importante para sus efectos en el tratamiento contra el cáncer. Las investigaciones han demostrado que la apigenina puede inhibir la proliferación celular e inducir la apoptosis o muerte celular programada en las células cancerosas.
La metformina actúa inhibiendo la degradación de la glucosa en la mitocondria de la célula tumoral e inhibiendo la nueva formación de glucosa en el hígado. Este mecanismo es el que explica la reducción de tumores observada en los pacientes tratados con metformina en tumores que dependían principalmente de la energía mitocondrial para su crecimiento.
Diversos estudios han demostrado que la quercetina bloquea tanto la glucólisis como las funciones mitocondriales de las células tumorales, cortando la producción de energía de la célula tumoral. En combinación con quimioterapia y radioterapia, la quercetina actúa en sinergia para aumentar la sensibilidad del tratamiento
La curcumina ha demostrado su capacidad de eliminar las células madre tumorales, además de aumentar la eficacia de la quimioterapia en el tratamiento del cáncer de mama. La curcumina también tiene el efecto de aumentar la sensibilidad de las células del cáncer de mama a la quimioterapia.
Un estudio realizado en el hospital de EE.UU., referente mundial en el tratamiento del cáncer, Sloan Kettering Cancer Center, ha demostrado que el tratamiento con acupuntura permitió que los pacientes tratados con quimioterapia y que presentaron síntomas de neuropatía periférica pudieran completar sus ciclos de quimioterapia sin que la neuropatía progresara.
El té verde contiene grandes cantidades de la catequina: epigalocatequina galato o EGCG. En un estudio publicado el año pasado en EE.UU., en la Universidad de California demostraron que la ECGC del té verde podía disminuir el crecimiento de las células del cáncer de páncreas